lunes, 6 de junio de 2005

Entrevista a Unai Ziarreta




Unai ZIARRETA Secretario general de EA
«Habrá que ver si el PSOE es capaz de sacudirse las alforjas del pasado»
http://www.gara.net/idatzia/20050606/art117712.php

Unai Ziarreta opina que José Luis Rodríguez Zapatero tiene voluntad sincera de abordar un proceso de resolución del conflicto, aunque desconfía de que pueda abandonar «las alforjas del pasado». A su parecer, cualquier acuerdo resolutivo debe girar sobre el reconocimiento de Euskal Herria como sujeto político propio con capacidad de decisión.

Está llamado a ser el portavoz parlamentario de EA en Gasteiz, pero el accidentado inicio de legislatura en la Cámara ni siquiera ha permitido que se constituyan los grupos. Unai Ziarreta espera que tras estos momentos de «resituación y tratar cuestiones técnicas», el trabajo de los partidos permita responder a las expectativas que se apuntaban tras los comicios de abril.



­Tras las elecciones todos hablaban de que la prioridad era la resolución del conflicto, pero en este tiempo sólo se ha hablado de cuestiones partidistas, como la Presidencia del Parlamento, los grupos, subvenciones... ¿En qué ha quedado aquella declaración de intenciones?


Son declaraciones que esperamos que se vayan cumpliendo. Lo que sí es cierto es que estos primeros meses son de resituación y de tratar cuestiones técnicas que luego pueden marcar la legislatura. Es momento también de marcar posiciones partidarias, pero no tiene por qué ser indicativo de lo que luego vaya a suceder. Yo sí creo que hay una percepción de superación de las políticas de bloques de la pasada legislatura, y para todos los partidos, sobre todo para una formación abertzale y socialdemócrata como EA, se abren posibilidades.


­Ezker Batua y Aralar han arremetido duramente contra su formación por no posibilitar que tengan grupos propios. Ustedes afirman que podría haber prevaricación en ello.


El reglamento impide taxativamente lo que EB y Aralar pretenden. Nosotros estamos dispuestos a ponernos de acuerdos entre todos los partidos para modificar el reglamento, pero lo que nos parece injusto es que nos obliguen mediáticamente y nos presionen públicamente para que tomemos una decisión a sabiendas de que es, cuando menos, irregular.


­Al margen de consideraciones reglamentarias, el hecho de que dos formaciones que apenas suman cuatro parlamentarios puedan gestionar dos grupos, ¿es aceptable?


Socialmente, a mí tampoco me parece justo que una formación con un grupo parlamentario pueda disponer de los medios económicos y materiales, con cargo a los impuestos de toda la sociedad, que un grupo parlamentario con 18, 22 ó 9 representantes. Por lo menos, es poco progresista.


­En los últimos días se han sucedido duros reproches entre su partido y EB. ¿Está en peligro el tripartito?


En primer lugar quiero decir que nosotros no hemos tenido nunca ni una palabra agresiva hacia ninguna otra formación política. No se puede decir lo mismo de otras formaciones, y me remito a las hemerotecas de las dos últimas semanas. No hemos dicho nada que no vaya más allá del sentido común y de respeto hacia las reglas de las que todos nos hemos dotado. Dicho esto, nosotros repetidamente nos hemos posicionado por repetir el tripartito, una fórmula que creemos que ha funcionado bien y que ha gestionado con solvencia los problemas.

­El PNV ha sido el más afectado por los resultados electorales, al perder cuatro escaños, pero los tres parlamentarios de EB tampoco pesan lo mismo que en la pasada legislatura, ya que ahora el tripartito no suma más que PSE y PP. ¿Debe esta formación rebajar sus expectativas en las negociaciones para formar gobierno?


Esa afirmación es cierta, pero creo que la conclusión no lo es. Las circunstancias han venido así dadas y las elecciones han dejado los resultados que han dejado, pero eso no tiene por qué condicionar. Lo que nos parece importante para que EA esté en el Gobierno es que tenga un perfil político claro. No entramos en tener más o menos capacidad de gestión, más o menos consejerías.


­¿Cuándo conocieron desde EA que Izaskun Bilbao iba a ser la candidata del PNV para presidir el Parlamento?


Lo cierto es que, en lo que a mí respecta, el mismo día, en la misma mañana en que se produjo la votación. Tampoco le doy demasiada importancia, aunque sí parece que la propia cortesía entre partidos obligaba a algo más.


­¿Cree que el PNV les está haciendo de menos?


No. El PNV es un partido con muchas inercias de dinámicas de muchos años, pero ya es consciente de que nosotros somos una formación asentada y que nuestros parlamentarios y nuestros escaños harán en cada momento lo que el partido opine que haya que hacer.


­¿Puede esta formación estar forzando una ruptura a medio plazo con EA para pactar después con el PSE?


No lo hemos vislumbrado. Puede que sea un análisis un tanto alambicado y mirando a largo plazo, y con los temas que tenemos sobre la mesa no miramos a tan largo plazo. Pudiera ser, pero allá cada cual con sus responsabilidades. Nosotros nos hemos presentado a unas elecciones con un proyecto abertzale muy claro, que gira en torno a la territorialidad y a la capacidad de decisión de Euskal Herria, y sólo estaremos en un gobierno que defienda eso.


­Apenas unos días después de la moción del Congreso español se encarceló al portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi. ¿Cómo ve al PSOE?


Aún a riesgo de poder equivocarme, lo cierto es que nosotros percibimos, a través de las antenas que podemos tener en el partido o por medio de nuestra diputada en las Cortes, que sí hay visos de veracidad en el camino casi iniciado o que apunta el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero. Ahora habrá que ver si el PSOE es capaz de sacudirse las alforzas del pasado y de las presiones de los aparatos más facciosos y derechosos de Espa- ña, que han tenido siempre el peso que han tenido en la toma de decisiones de este partido.


­Se ha conocido que Batasuna ha sido espiada en su sede de Baiona. Sin embargo, no se han oido voces de denuncia al margen de las de la izquierda abertzale...


A nosotros nos parece absolutamente execrable, ya que constituye una vulneración flagrante de los derechos políticos y de asociación. Nosotros también sufrimos en su momento, cuando nació EA, algunas escuchas que no fueron suficientemente esclarecidas y, en ese sentido, nuestro más absoluto rechazo.


­Sin hacer tanto ruido mediático, la Mesa para la Resolución del Conflicto sigue trabajando. ¿Cómo valora la labor de ese foro?


Muy positivamente, porque es un trabajo de cocina, que no tiene mucha brillantez mediática, pero es como hay que hacer las cosas. Al final, la idea es seguir avanzando hasta llegar a un punto en el que todos nos pongamos de acuerdo.


­¿Coincide con la izquierda abertzale en que la resolución del conflicto precisa de una mesa de acuerdo político para un nuevo marco?


Claro. Ese es un planteamiento que EA ya hizo hace tiempo. En 1987 ya se hablaba de una mesa política y de una mesa técnica para cuestiones de desmilitarización. Evidentemente, sí coincidimos en ese análisis.


­¿Qué opciones ve de que esa mesa sea real? ¿Qué hay que hacer para atraer a ella al PSOE?


Lo que se está haciendo. Trabajo de cocina e informar de lo que se vaya avanzando. En la mesa de Elkarri hay un representante del PSE y en la Mesa por la Resolución, aún no habiéndolo, sí hay una interlocución directa y este partido está puntualmente informado de lo que se hace.


­¿Dónde puede estar el punto de encuentro entre los partidos, en qué mínimos?


Entre la mayoría de las formaciones, siempre habrá alguna que se niegue a cualquier acuerdo. Creo que exis- te la posibilidad de acuerdos en torno al reconocimiento de Euskal Herria como una entidad política propia, integrada por siete territorios, y en torno a la capacidad de esa entidad política de decidir su futuro y su modelo de relación con Europa. En torno a eso tiene que existir una posibilidad de acuerdo.


­Acabamos de conocer otro grave accidente de familiares de presos políticos vascos. ¿No es hora de poner sobre la mesa este tema con la suficiente determinación?


Evidentemente. Nosotros siempre hemos abogado por el final de la política de dispersión y del alejamiento de los presos. Volviendo al hilo argumental anterior, ésta podría ser una de las piedras de toque del Gobierno de Rodríguez Zapatero para que se vea una voluntad real de llegar a una solución. A los familiares les expresamos nuestra más sincera tristeza y nuestra solidaridad.

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